Plan para el éxito: Creado para las aguas abiertas

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Como se ve en el Tried & True Número del verano de 2025

Un barco está a salvo en el puerto, pero los barcos no están para eso.

-William G.T. Shedd, teólogo estadounidense

Hay cierta comodidad en permanecer donde se está seguro. En un puerto, un barco está protegido, amarrado, anclado y quieto. Pero ese no es su propósito. Un barco se construyó para el mar abierto, para el riesgo, el movimiento y una misión.

Las personas también tienen un propósito. Y ese propósito rara vez implica ir a lo seguro. El crecimiento casi siempre empieza con el riesgo: iniciar un nuevo proyecto, liderar un equipo, adoptar la innovación. A veces puede resultar inquietante, incluso abrumador. Pero, al igual que un barco, no estamos hechos para quedarnos parados. Estamos hechos para avanzar, crecer y servir.

El éxito no suele consistir en permanecer en aguas tranquilas. Es enfrentarse a las olas de frente, ajustar las velas cuando sea necesario y seguir adelante con resiliencia y valentía. Cada obstáculo, cada incógnita, es una oportunidad para perfeccionar tus habilidades, fortalecer tu carácter y profundizar tu impacto.

Las aguas abiertas pueden ser impredecibles, pero es donde se produce el verdadero progreso. Es donde se ponen a prueba las ideas, se hacen realidad los sueños y se cumple el propósito. Así que, si estás lanzando una nueva idea, afrontando un reto inesperado o trazando un rumbo hacia territorio desconocido, no tengas miedo de dejar atrás el puerto.

No estás hecho para la quietud. Estás hecho para las aguas abiertas, y el viaje que tienes por delante es tuyo.