[subtitle]El equipo que llevas dice mucho[/subtitle]El éxito en el lugar de trabajo no sólo depende de las agallas, sino también de lo que lleves contigo. El equipo adecuado, preparado con un poco de cuidado, puede marcar la diferencia entre un día tranquilo y otro lleno de dolores de cabeza evitables.
Empacar de manera inteligente no consiste en tener las herramientas más sofisticadas ni en llenar tu camioneta como si fuera una caja de herramientas rodante. Se trata de conocer tu trabajo, conocer a tu equipo y llevar lo que necesitas para afrontar el día sin perder tiempo buscando artículos que faltan.
Empezar por lo básico
Hay una breve lista de elementos imprescindibles: guantes resistentes, gafas de seguridad que no se empañen y botas que mantengan los pies secos. No son extras, son fundamentales. Acudir con equipo desgastado no solo te ralentiza, sino que demuestra que no estabas preparado.
Vestido para el día
Las mañanas de otoño pueden ser gélidas, y las tardes pueden ser calurosas. Un equipaje inteligente implica llevar varias capas, que puedas quitarte o ponerte sin dejar de trabajar. Una sudadera ligera con capucha, un chaleco reflectante, un par de calcetines secos de repuesto... pequeñas cosas que marcan una gran diferencia cuando el tiempo cambia.
Alimente su cuerpo
El trabajo duro consume energía rápidamente. Un almuerzo para llevar, un termo con bebidas calientes, agua que no sea de ayer... No solo son cosas que está bien tener, sino que te mantienen en marcha. Saltarse comidas o alimentarse de bocadillos de gasolinera puede funcionar una vez, pero no aguantará toda una temporada.
Más allá de las herramientas
Cinta adhesiva, un marcador, bridas, una multiherramienta... Todos los miembros experimentados del equipo tienen algunos trucos bajo la manga. Estos pequeños extras son el tipo de cosas en las que no piensas hasta que realmente los necesitas. Tenerlos a mano demuestra experiencia y ahorra tiempo cuando las cosas se tuercen.
Planificar lo inesperado
Los trabajos cambian, el clima varía y las máquinas se descomponen. Los mejores trabajadores no esperan para reaccionar, sino que vienen preparados. Un poncho para la lluvia detrás del asiento, un pequeño botiquín de primeros auxilios, un cargador de teléfono: nada de esto ocupa mucho espacio, pero todo ello demuestra que te tomas el trabajo en serio.
[recuadro destacado]Empacar de manera inteligente no solo es una cuestión de comodidad. Es una cuestión de respeto: por el trabajo, por tu equipo y por ti mismo. Llegar preparado significa que no pierdes tiempo, no ralentizas al equipo y no dejas que los pequeños detalles se interpongan en tu camino. Trabaja de manera más inteligente. Empieza por tu maleta.[/calloutbox]

