Diario de campo: Capas de invierno

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Como se ve en el Tried & True Número de invierno de 2025

Cuando bajan las temperaturas y empieza a soplar el viento, todo el mundo sabe que lo mejor es vestirse por capas. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué la acumulación de capas te mantiene caliente? No se trata sólo de ponerse más ropa, sino de hacerlo bien.

La ciencia de la estratificación

Piensa en tus capas de invierno como en una casa bien construida. La capa exterior es el tejado, que impide la entrada de los elementos. La capa intermedia es el aislamiento, que retiene el calor en el interior. ¿Y la capa base? Son los cimientos, que garantizan que todo permanezca seco y cómodo. Cada capa tiene su función y, juntas, crean un sistema que te mantiene caliente incluso en las condiciones más duras.

Empieza con una capa base que se adapte a tu piel y evacúe la humedad (lana merina o tejidos sintéticos) para evitar que el sudor te enfríe. Añade una capa intermedia aislante, como un forro polar o una chaqueta ligera de plumón, para retener el calor sin añadir volumen. Por último, termina con una capa exterior cortaviento e impermeable que te proteja de los elementos y permita la evacuación de la humedad. Esta combinación te mantendrá abrigado, seco y preparado para lo que te depare el invierno.

Por qué es importante

Las capas no sólo sirven para abrigarse, sino también para mantenerse cómodo y seco mientras haces tu trabajo. También es ciencia. Cuando te pones las capas adecuadas, puedes adaptarte a las condiciones cambiantes añadiendo o quitando capas según sea necesario. Se trata de una estrategia sencilla que te permite trabajar con eficacia, independientemente de lo que te depare el invierno. La próxima vez que te prepares para el día, recuerda que debes ser inteligente, práctico y abrigarte bien.