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El arte de escuchar

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Como se ve en el Tried & True Número de invierno de 2022

Para los nuevos agricultores que desean invertir en tierras, la tarea puede resultar desalentadora. Abundan las presiones, como encontrar la parcela perfecta, el precio de compra, competir con quienes tienen bolsillos más profundos en un mercado volátil, Hay un millón de maneras de invertir en la explotación familiar, ya sea en tecnología, maquinaria o personal. Pero hay una forma que no cuesta un céntimo y da dividendos durante años: escuchar. Es un arte que la mayoría de la gente no domina, pero que resulta esencial para la salud de la explotación y de la familia. 

ESCUCHAR: UN ARTE PERDIDO

La mayoría de la gente cree que sabe escuchar. Quizá no los mejores, pero literalmente oyen lo que dice la gente e intentan no ignorarla. Sin embargo, resulta que las verdaderas habilidades para escuchar no se practican por más la gente. Hay un gran abismo entre oír las palabras de la gente y escuchar lo que dicen para comprenderlas plenamente. 

Una de las principales razones es que el cerebro humano procesa los pensamientos a una velocidad muy superior a la del habla. Así que incluso mientras se escuchan las palabras a una velocidad normal, el cerebro está haciendo otras innumerables cosas porque tiene tiempo y capacidad para ello. Es fácil distraerse con otras preocupaciones, centrarse demasiado en una cosa que ha dicho la otra persona o empezar a elaborar una historia que contar una vez que otra persona haya terminado. 

O veamos las cosas desde el otro lado de la moneda. Cuando se les pide que piensen en la última vez que se sintieron realmente escuchados, muchas personas se quedan en blanco. Es raro que alguien no sólo escuche las palabras que le dicen, sino que se haga eco de ellas, haga preguntas concretas y comunique que las ha entendido. Por eso, cuando ocurre, significa mucho. 

TRAERLO A CASA A LA GRANJA

Las granjas, sobre todo las familiares, implican mucha comunicación verbal e informal. Es fácil que los límites entre el trabajo y la vida familiar sean difusos, y puede parecer que existe un entendimiento mutuo entre los miembros de la familia aunque las cosas no se hablen directamente.

El inconveniente es que la misma falta de separación entre trabajo y hogar significa que las tensiones del trabajo se extienden a la vida familiar y viceversa. Además, cuando los miembros de la familia desempeñan distintas funciones en una empresa familiar, puede haber muchos conflictos tácitos en torno a las funciones y responsabilidades. 

Por eso la comunicación, y sobre todo la escucha, son fundamentales para el éxito de una explotación y para garantizar que todo el mundo esté de acuerdo. 

LA IMPORTANCIA DE LA ESCUCHA ACTIVA

¿Qué significa escuchar bien? 

Escuchar activamente significa centrarse en lo que la persona está diciendo y, a continuación, repetir o parafrasear lo que acaba de decir. Puede resultar extraño o incómodo al principio, pero es increíblemente eficaz para que la persona se sienta escuchada. Es importante hacerlo sin añadir juicios o interpretaciones a lo que ha dicho. 

Recuerda que el cerebro va más rápido que la conversación. Aunque al principio este hecho puede ir en detrimento de la conversación, cuando se utiliza para escuchar mejor puede suponer una gran ventaja para el oyente. En lugar de utilizar ese espacio para pensar en otras cosas, ese espacio adicional puede emplearse para ir más allá de escuchar los hechos y comprender de dónde vienen, las ideas más amplias que intentan transmitir y qué preguntas surgen por el camino. Al principio cuesta trabajo, pero con la práctica se convierte en algo natural. 

LA IMPORTANCIA DE LA ESCUCHA ACTIVA

Aparte de simplemente escuchar mejor, hay muchas formas útiles de fomentar una buena comunicación en la explotación familiar.

  1. Dilo en voz alta

Tanto si se trata de algo que alguien ha hecho bien, como de una preocupación por el trabajo de alguien, es mucho mejor decirlo en voz alta que mantenerlo oculto. La gente quiere oír lo bueno que se piensa de ella. Y enterrar un conflicto sólo conduce al resentimiento. 

  1. Programar reuniones

Puede parecer innecesario celebrar reuniones formales en una granja muy unida, pero es esencial para asegurarse de que todo el mundo está de acuerdo. Habla de lo que está ocurriendo esa semana, ponte al día de los progresos y resuelve los problemas que surjan. 

  1. Anótelo

La comunicación verbal sirve para muchas cosas. Pero para las políticas, planes y procedimientos más importantes, asegúrate de que estén por escrito y al alcance de todos. Así te aseguras de que todo el mundo esté explícitamente informado y evitas discusiones posteriores. 

  1. Dedique tiempo a estar juntos

Especialmente durante las temporadas de mucho trabajo, no olvides la importancia de sacar tiempo simplemente para disfrutar unos de otros en familia. Cenen una vez a la semana e intenten, en la medida de lo posible, olvidarse de las tensiones cotidianas de la granja. 

  1. Hablar de adulto a adulto

Es fácil caer en el papel de padre, hijo o hermano cuando se interactúa con la familia. Pero es fundamental tratarse primero como adultos cuando surge un problema. Lo último que ayudará es introducir roles y conflictos familiares en la mezcla.

Los beneficios de la escucha activa y la buena comunicación van mucho más allá de las relaciones interpersonales. La productividad, la eficacia, la solución de problemas y la resolución de conflictos se verán beneficiadas en el futuro cuando todo el mundo se comprometa a escuchar de verdad lo que los demás tienen que decir. 

Fuentes: Family Farms Group, Universidad Estatal de Michigan, Universidad de Wisconsin-Madison, AgriLegacy, The Life Adventure y Harvard Business Review.