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En el mundo actual, ser ecológico no es sólo cosa de ecologistas. Es inteligente, necesario y algo que todos podemos apoyar. Tanto si trabajas en una obra, un taller o un almacén, hay formas sencillas de hacer que tu lugar de trabajo sea más estricto con los residuos y más respetuoso con el planeta. A continuación te explicamos cómo arremangarte y ponerte manos a la obra:
1. Cortar los residuos, reciclar el resto
Fíjate en la basura que tiras. Lo más probable es que mucha de ella pueda reciclarse. Coloca contenedores para papel, plásticos y metales. Si hay restos de comida, piensa en el compostaje. Se trata de ser inteligente con lo que tiras.
2. Apagar para encender
La energía no es barata, y malgastarla es como tirar dinero a la basura. Cámbiate a las luces LED: duran más y consumen menos. Acuérdate de apagar las luces y los aparatos cuando no estén en uso. Un termostato inteligente puede reducir mucho los costes de calefacción y refrigeración.
3. Elige un equipo resistente y respetuoso con el medio ambiente
Cuando compre materiales, piense en reciclados o sostenibles. Esto puede significar cualquier cosa, desde el papel de la oficina hasta los suministros de la obra. Olvídate de los plásticos de un solo uso y opta por materiales que resistan y puedan volver a utilizarse.
4. Ahorrar agua, ahorrar dinero
El agua es un recurso que no podemos permitirnos desperdiciar. Instala grifos e inodoros de bajo caudal. ¿Tienes una zona verde que mantener? Opta por plantas que no consuman mucha agua e instala sistemas de riego eficientes o barriles de lluvia.
5. Desplazamientos inteligentes, menos contaminación
Fomenta los viajes compartidos, el transporte público o ir en bici al trabajo. Menos coches significa menos contaminación, y puede ahorrar a todos algo de pasta en gasolina. Si su empresa utiliza vehículos, busque opciones eléctricas o híbridas: son resistentes y rentables a largo plazo.
6. Educa a tu tripulación
Conseguir que tu equipo se comprometa es fundamental. Organiza un taller rápido o una charla sobre por qué es importante la ecología. Incluso puedes crear un equipo que lidere las prácticas ecológicas. Incorpora algunos incentivos motivadores para que todo el mundo se suba al carro.
7. Dirigir un barco verde y hermético
Los hábitos cotidianos marcan una gran diferencia. Utiliza menos papel, deja que la luz natural haga su trabajo y mantén tus equipos en perfecto estado para ser más eficiente. En las obras, gestiona el trazado para alterar menos el terreno y controlar el polvo.
8. Presume de tus movimientos ecológicos
No sea tímido: informe a sus clientes y a la comunidad de los cambios ecológicos que está realizando. Demuestra que te tomas en serio lo de aportar tu granito de arena.
En resumen, hacer que tu lugar de trabajo sea más respetuoso con el medio ambiente consiste en ser inteligente, ahorrar dinero y hacer lo correcto por el planeta. No se trata de hacerlo todo de una vez: empieza por donde puedas y sigue avanzando. Cada granito de arena cuenta, y suma mucho para nuestro futuro.